Pensamiento, Lenguaje y tecnología
¿Pensamos porque hablamos o hablamos porque pensamos? Con esta pregunta comienza el artículo del neurocirujano el Dr. Schiff, a lo que el mismo responde que nuestro pensamiento precede el lenguaje.
“Lo comprobamos en pacientes que quedan en coma tras un accidente: le pedimos que se imagine jugando al tenis… Y vemos en la resonancia de su cerebro que se activan las áreas del movimiento y, cuando les sugerimos que recorran mentalmente su casa, activan las áreas de orientación”.
¿Ahora bien, cuan certero es el planteamiento del Dr. Schiff? La realidad es que generalizar el planteamiento de que nuestro pensamiento precede el lenguaje es un poco peligroso. Esto se debe a que el Dr.Schiff está planteando un caso bien particular, en donde sus pacientes se tratan de sujetos adultos los cuales ya han sido atravesados por el lenguaje por muchos anos y por consiguiente han pasado todas las etapas del desarrollo humano (infancia, niñez, adolescencia y adultez). Ahora bien, si tomamos como ejemplo un infante y le decimos que se imagine jugando tenis: ¿será capaz este de realizar dicha tarea? La contestación es un poco obvia: ¡No! ¿Por qué? Simplemente no es posible para un sujeto que no ha sido atravesado por el lenguaje imaginarse algo que no conoce. Desde antes del infante nacer (y por consiguiente desde antes que un infante desarrolle el pensamiento) el mismo está siendo bombardeado por el lenguaje, por ejemplo cuando los padres le hablan al infante dentro del vientre de la madre. Enseguida que nace este bombardeo lingüístico se incrementa exponencialmente, así como las habilidades del infante para captar dicho mundo de símbolos, ya que ahora cuenta con sus otros sentidos y al mismo tiempo que se le habla y escucha puede ver, olfatear, probar y tocar todo lo que le rodea. Mientras el infante sigue creciendo sus órganos biológicos se siguen desarrollando, pero este desarrollo se posibilita (o se facilita) por el mundo social (lo cual incluye las personas, objetos, símbolos y por consiguiente el lenguaje) logrando así que la capacidad del pensamiento concreto se desarrolle en el infante (el cual posteriormente pasara a la etapa de niño). Sin embargo, si colocamos a un infante en un cuarto cerrado sin absolutamente nada y simplemente nos encargamos de administrarle comida para que sobreviva, ¿Qué pasara? ¿Se desarrollara el pensamiento corroborando el planteamiento del Dr.Schiff de que el pensamiento precede al lenguaje? ¿Será esta persona, la cual nunca ha tenido un input contundente de información en su vida algo más parecida a un animal salvaje (los cuales están más ligados a los instintos de supervivencia que a los pensamientos concretos o capacidad de racionalizar que solo les pertenece a los seres humanos)? Ahora bien, no estamos diciendo que el pensar sin palabras sea imposible, simplemente que decir que el pensamiento precede el lenguaje es algo erróneo ya que solamente se está tomando en consideración un ejemplo bien particular.
Por otro lado el pensar en el cerebro como una maquina si nos parece como un planteamiento relevante importante considerando el mundo computarizado en el que vivimos. Igual que un ordenador tiene la capacidad de guardar información, nuestro cerebro es capaz de almacenar grandes cantidades de información y guardarlas para cuando sea relevante utilizarlas. Podemos unir información de lugares diferentes y desarrollar caminos posibles de acción de acuerdo a lo que nos convenga en ese momento particular. De hecho, el cerebro es el que nos ha posibilitado crear esta maravillosa tecnología con la cual contamos hoy día, por lo que quizás podríamos decir que el cerebro es el ordenador más perfecto que existe actualmente. También me parecieron interesantes los planteamientos del catedrático de Cibernética de la Universidad de Reading, Kevin Warwick. El hecho de que se pudieran corregir los temblores de los pacientes de Parkinson mediante la conexión del cerebro a un sistema de inteligencia artificial me pareció algo muy novedoso y brillante. Las neuronas son las células de nuestro sistema nervioso y por lo tanto estas son las encargadas de enviar las señales que permiten que nuestro cuerpo se mueva, y actué casi de manera instantánea. No tenemos que pensar en mover el brazo para moverlo, simplemente lo hacemos y ya. Este acto puede parecernos sencillo a primera instancia ya que lo realizamos todos los días, pero el mismo requiere la comunicación perfecta de miles de neuronas y otros componentes de nuestro cuerpo para poder lograrse. Es por eso que me pareció tan impresionante este el que se lograra el controlar los temblores de los pacientes de Parkinson ya que el cerebro (las neuronas dañadas) son las que están enviando estos impulsos involuntarios causando los temblores, y el poder controlar eso es algo impresionante. Sin embargo como Warwick nos deja saber: “Pero la solución definitiva esta en regenerar o incluso generar mas cerebro con células neuronales”. También me pareció muy interesante el querer conectar nuestro cerebro a un sistema de redes con el fin de no tener que utilizar nuestro cuerpo (el cual con el tiempo se va degradando) y romper los limites que el mismo nos impone. De hecho al leer esto de inmediato me acorde de la película Surrogates con Bruce Willis. Pero no creo que esto sea una solución real o viable para romper con estas barreras. Digo esto por varias razones que van desde las económicas hasta las de subsistencia misma. Si pasáramos la mayor parte del día conectados a un sistema en línea y controlando un cuerpo mecánico en vez del de nosotros: ¿No se degradaría nuestro cuerpo real más rápido de lo normal permaneciendo en una cama todo el día sin ejercitarse y alimentarse correctamente?
Enlace:
"Genie la niña salvaje"(pensamiento vs lenguaje)
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5666/1/ALT_10_15.pdf
Video: http://www.youtube.com/watch?v=WQ4D5D4WtgU
Bibliografía:
Amiguet, Lluís. “Nuestro cuerpo ya es sólo un estorbo para nuestro cerebro.” Lavanguardia.com. 19 de nov. 2012.
Amiguet, Lluís. “Nuestro cerebro también piensa sin palabras.” Lavanguardia.com. 5 de dic. 2012.